Es bien conocido por todos que la historia del arte, de la literatura, y de todo lo que tenga que ver con la creación en general, y con la vida en particular, ha sido escrita por y para hombres. Lo que no es de extrañar es que debido a ello el trabajo de muchas mujeres se haya quedado soterrado en el fondo de un cajón, en la carpeta polvorienta de unos archivos o, aún peor, visibles pero ignorados y maltratados por la historia.
Voy a hablar de dos mujeres muy distantes, muy diferentes, incluso de nacionalidades distintas, pero que compartieron una época y un lugar y, sobre todo, una «amistad»: la de Il Duce.
Eugènie Sellers y su experiencia italiana
Hace poco acudí a una charla ofrecida en Girton College, la primera residencia para estudiantes universitarias que se fundó en toda Inglaterra (nótese que actualmente es una institución mixta) de la Universidad de Cambridge, en la que hablaron de una de sus estudiantes. Al parecer, narraba la investigadora, no fue famosa por sus notas, de hecho, nadie creyó demasiado en ella por no superar algunas de las pruebas que debían pasar en la universidad. A este respecto, es preciso recordar que la fundadora de Girton College, Emilie Davies, no quiso que los exámenes se adaptaran a las mujeres para que, de esta forma, estuvieran al mismo nivel que los hombres. Desafortunadamente, esta igualdad no se podía equiparar en la formación que mujeres y hombres recibían antes de la universidad, lo que hacía que las mujeres se enfrentaran a exámenes hechos para hombres educados desde la infancia, mientras que la formación femenina seguía siendo escasa.
Eugènie Sellers nació en 1860 y moriría tras finalizar la Primera Guerra Mundial. Este último episodio de su vida, que vivió lejos de su nación y en un territorio no precisamente neutro políticamente hablando, marcaría el olvido y el castigo históricos que han enterrado su trabajo y su historia con minúscula. Arqueóloga e historiadora del arte, se convertiría en la asistente de dirección en la Escuela Británica en Roma. Publicó obras y tradujo notas sobre excavaciones del alemán. Al vivir en la Italia de Mussolini, Eugènie sería asociada con los simpatizantes del régimen, lo que ha llevado a muchos a ignorar su importancia para la historia del arte. Recientemente, se ha intentado contar su historia desde nuevas perspectivas, pero, como muchas otras, quedó atrapada bajo la sombra del dictador.
Ada Negri y una amistad «envenenada»
Ada Negri (1870-1945) fue una escritora italiana que escribió y publicó principalmente poesía. Su única novela fue traducida al español en 1841 y publicada con el título Estrella Matutina (título original Stella Mattutina, 1921). Con colecciones de cuentos con tintes autobiográficos como Le Solitarie, historias sobre mujeres de orígenes humildes que se enfrentan a diversas situaciones «solas», mostraba sus ideas sobre el papel de la mujer en la sociedad de entonces. Trabajó como profesora y su profesión la llevó a Milán, donde conocería al entonces socialista Benito Mussolini. Su obra poética es la más abundante, con obras como Fatalità (1892) o Tempeste (1895) alcanzó cierto nombre en la sociedad italiana del momento.
Ada Negri fue amiga de Mussolini, hay una correspondencia que evidencia su relación de amistad y su fidelidad a Il Duce. En cuanto a sus ideas, la dicotomía fascismo-antifascismo durante la italia de Mussolini no está tan clara. En el caso de Ada Negri, al recibir la medalla Mussolini en 1930 y convertirse en la primera mujer italiana, en 1940, en formar parte de la Accademia d'Italia en 1940, el recordatorio de su «adhesión al fascismo» la exiliaría de la historia de la literatura italiana. ¿O fue más bien porque era mujer y fascista? ¿Fue realmente fascista? Es curioso observar cómo otros autores como Gabriele D'Annunzio, Giovanni Pascoli, Luigi Pirandello, entre otros, también asociados o, quizá, no abiertamente opuestos al fascismo, sí fueron acogidos por sus habilidades (o excentricidades) artísticas sin juzgar su pasado o, quizá, obviándolo mucho más de lo que se le permitió a Ada Negri, ensombrecida por la figura mussoliniana y casi borrada de la historia artística nacional e internacional. Su obra no ha vuelto a ser traducida, me sorprendería saber que se estudia actualmente más allá de los círculos intelectuales que intentan rescatarla, y su nombre sigue asociándose al fascismo como primer calificativo a su obra y vida.
(Ada Negri es la primera empezando por la derecha de la fotografía)
Este breve texto no pretende ser una defensa de sus ideas políticas, no conozco lo suficiente su historia como para poder asegurar lo que opiniaba ni para juzgar sus actos, pero su obra merece una lectura, desde el punto de vista artístico y, sí, también histórico y político. Simplemente, las mismas oportunidades que se le dieron a sus compatriotas contemporáneos masculinos y que a ellas, por razones no exclusivamente políticas, les fueron negados.
Apéndice a Ada Negri*
Mientras buscaba información e investigaba documentos sobre Ada Negri, acabé por alguna razón con un documento incluido en los fondos de Gabriela Mistral sobre una conversación que tuvo con la poetisa Ada Negri. No voy a reproducir aquí el texto al completo, está en abierto en la Biblioteca Nacional de Chile si se busca a la poetisa italiana, pero en él es bello ver cómo Gabriela habla de la poetisa, cómo surge el tema político y cómo todo queda en una conversación artística entre dos poetisas que se conocieron y que mantuvieron una charla apasionada sobre una pasión compartida: la poesía. Además, los comentarios de las poetisas sobre la obra de D'Annunzio merecen la pena.
Reproducción parcial de la conversación mecanografiada. Accesible en: https://t.ly/5HgnX (Catálogo Biblioteca Nacional de Chile)
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